Los Fernández, con el fútbol en la sangre

Jueves 10 de Agosto de 2023

La reciente presencia de Julián Fernández en la sede de Futbolistas Argentinos Agremiados, por trámites relacionados con su transferencia de Vélez al New York City de la MLS estadounidense, abrió paso a una charla que quisimos compartir. Hablamos de la particular historia de los Fernández, una familia plenamente identificada con el fútbol y, por ende, con nuestro sindicato. Néstor, padre de Julián y de Tobías (también formado en las divisiones juveniles de Vélez, hoy a préstamo en Chacarita) sumó más de 400 partidos jugados con las camisetas de Argentinos Juniors, Barracas Central, San Miguel, Deportivo Español, All Boys, Tristán Suárez, Deportivo Armenio y Camioneros. Cuando colgó los botines, cumplió con los requisitos e integró la segunda camada que recibió el Fondo Final de Carrera, mientras que actualmente es el entrenador del plantel profesional de J.J. Urquiza.

Julián asume a los 19 años “un desafío muy lindo” en la liga a la que acaba de llegar el capitán del seleccionado nacional, Lionel Messi. “Estoy muy contento y listo para empezar a trabajar y a sumarme al grupo”, dijo, y recordó sus visitas a Futbolistas Argentinos Agremiados “cuando venía al dentista”, para agregar que "el hecho de que mi viejo haya sido futbolista, para mi hermano y para mí fue una ayuda muy valiosa. Él iba a vernos cuando podía y después llegaba el momento del análisis del partido y algún consejo. Y con Tobías compartimos plantel en reserva, hasta que se fue a préstamo a Almirante Brown”.

El pase de Julián a su padre prolongó el relato, y Néstor se refirió a la estrecha relación con el gremio: "Mis tres hijos (el otro es Thiago, de 14 años) nacieron bajo la atención de la Obra Social de Agremiados. Siempre le agradecí al Turco Marchi todo lo que hicieron por mí y por mi familia. Por ejemplo, tuve que operarme dos veces de la vista, y además me recibí de visitador médico y de técnico ayudado por becas que me dio Agremiados”.

Faltó Tobías, de minipretemporada en Chacarita. En definitiva, el mayor de los hermanos (tiene 22 años) no pudo integrarse a la charla debido a una cuestión ligada a la pasión por el fútbol, algo que identifica a los Fernández y que es el sello distintivo de la familia. Lo llevan en la sangre.

 

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