La profesionalización de la Primera División del fútbol femenino trajo aparejados derechos, deberes y requisitos a cumplir. Uno de estos últimos, obligatorio para competir, es el Apto Físico Autorizado. Los chequeos médicos previos al inicio de la temporada se realizaron en el Instituto de Medicina Deportiva y Rehabilitación (IMDYR) de Futbolistas Argentinos Agremiados, encargado de otorgar una credencial personal a cada deportista, como constancia de que se han efectuado y aprobado los mencionados exámenes.